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En el currículo Waldorf, la enseñanza sigue una secuencia metodológica progresiva
Escrito por Jon McAlice
Estudiante de primer año de dibujo Waldorf.
En el currículo de la Escuela Waldorf, como escuela integral, existe una secuencia metodológica progresiva, en las asignaturas de 1° a 12° grado, que constituye un verdadero plan escolar para cada alumno.
La forma de entender el mundo cambia a lo largo de la vida, y esto sucede de forma paulatina. Empezamos por comprender aspectos generales, luego comprendemos sus particularidades y las relaciones entre ellos y, solo entonces, somos capaces de elaborar una síntesis a través del pensamiento.
Esta metamorfosis del entendimiento es un hecho fundamental en el desarrollo del hombre, que marca toda la educación del individuo y que, al menos en parte, está condicionada fisiológicamente. En el niño, esta metamorfosis ocurre en paralelo con la formación gradual de la individualidad y se expresa a través de una actividad de pensamiento cada vez más estructurada. Esta profunda transformación no solo se refleja en el currículo general de la Escuela Waldorf, sino que también determina la definición de los diferentes períodos para la enseñanza de cada materia.
El interés de los niños y jóvenes por todo lo que aprenden en la escuela se debe fundamentalmente a que la enseñanza, tanto en contenido como en estructura, respeta las etapas de desarrollo del alumno, además de incrementar el desarrollo de sus potencialidades.
Dibujo de estudiante de 5º grado – Escuela Rudolf Steiner – SP
Para lograr este objetivo, la Pedagogía Waldorf aboga por una comprensión cualitativa de diferentes sectores de la vida y diferentes disciplinas, en detrimento de la suma de conocimientos memorizados. Esta pedagogía, que va de la imagen al concepto, es importante por dos motivos. En cuanto al currículo desarrollado durante los 12 años de escolaridad, describe la forma en que se debe realizar la enseñanza teniendo en cuenta cada etapa de desarrollo del niño y joven: las clases infantiles se caracterizan por enseñar a través de la imagen, apoyadas en actividades complementarias de una naturaleza creativa; en clases más avanzadas, el conocimiento conceptualizado gradualmente juega un papel mucho más importante. La actividad individual se desarrollará de tal forma que se transforme en la capacidad de emitir juicios de valor de forma autónoma.
En todos los contenidos tratados se volverán a elaborar en términos conceptuales y científicos los conocimientos previamente adquiridos.
En cuanto a la estructura de los períodos académicos de cada materia, este proceso es de fundamental importancia para el desarrollo de la memoria del niño. En la etapa de escolarización básica, el niño se inserta en el mundo a través de una relación construida a partir del sentimiento. Recuerda, ante todo, todo lo que la impresionó como emoción y sentimiento. Después de esta fase, la memoria se fortalece mediante el uso de la imaginación para recrear lo percibido por los sentidos y luego transformado en términos conceptuales.
El profesor desarrolla esta actividad describiendo los procesos en cuestión a través de imágenes realistas muy esclarecedoras. Una caracterización del objeto de conocimiento basada en imágenes se graba más fácilmente en la memoria que una definición abstracta.
Estudiante de 11° grado pintando – Escuela Rudolf Steiner – SP
En todo proceso de aprendizaje se parte de la experiencia como punto de partida, ya se trate de formar una representación mental interna o un reencuentro activo con el fenómeno. La comprensión conceptual viene después.
La facultad de aprender cosas nuevas se basa en la voluntad de entrar en la experiencia de una forma siempre nueva. El tránsito de la imagen al concepto, al que se refiere la Pedagogía Waldorf, es la base para el desarrollo de una forma de pensar que, libre de prejuicios, busca descubrir el mundo. En la Escuela Waldorf, el niño no solo aprende a amar el aprendizaje, sino que también adquiere métodos para adquirir y desarrollar conocimientos que le serán útiles para toda la vida.
Foto principal: V do Vento – Dibujo en pizarra de la profesora Suzane Abbamonte, del Colégio Waldorf Micael de São Paulo.
Créditos: Escrito por Jon McAlice para el catálogo de presentación de Pedagogía Waldorf con motivo de la 44ª reunión de la Conferencia Internacional de Educación de la UNESCO en Ginebra. Dibujos de alumnos del Colégio Micael y Escola Rudolf Steiner
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