poema de ruth salles
Rudolf Steiner Dibujo de estudiante de la Escuela Waldorf
Allí en el fondo del mar
hay bellezas sin igual.
¡Ojalá pudiera ir allí a bucear!
Hay montañas eternas,
abismos, cuevas
que las olas no quieren mostrar.
Los rayos del sol se sumergen,
baja un poco en las aguas,
donde hay mantarrayas oscuras
para batir sus alas,
donde hay peces voladores
saltando en las olas poco profundas.
Quien bucea con mas arte
donde el sol apenas se atreve
ver pez luna, pez espada,
pequeño pez nadando luz,
en los más diversos sentidos,
en bancos de colores.
¡Qué bonito el verde de las plantas!
¡Cuántas algas y sargazos!
En las rocas el percebe es tan
que apenas queda espacio.
Las medusas dan vueltas,
sus filamentos bailando.
Pero para los que descienden, descienden
donde el sol nunca llega,
aparece el fondo del mar,
de arena y limo que se hunde.
Lo que nace y crece
allí donde la oscuridad es profunda?
Mira la anémona jugando
montar a caballo
en un cangrejo ermitaño,
que se esconde en el suelo,
escondido a un lado
en un caracol caído.
¡Mira una estrella de mar!
Ahí va caminando.
¿Dónde terminará?
Mueve tus brazos lentamente
que no puedes ver ni sentir
que ella cambia de lugar.
¡A tu lado, mira la pinda!
Esta bola de espinas
es el erizo de mar,
que gira lentamente,
pisando con pies afilados
de sus pinchos puntiagudos.
¡Qué hermosa concha plateada!
Vive dentro de alguna mascota
quien viene a echar un vistazo
y se esconde en silencio.
¿Y la esponja de los mil dedos?
¡Parece señalar secretos!
Pero, ¿qué luces serán estas?
que se mueven tan rapido?
es esa oscuridad cerrada,
donde el sol nunca brilla,
pez iluminado
iluminar con su luz.
Allí en el fondo del mar
hay bellezas sin igual.
¡Ojalá pudiera ir allí a bucear!
Hay montañas eternas,
abismos, cuevas
que las olas no quieren mostrar.
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