poema de Hedwig Diestel
traducido y recreado por Ruth Salles
flaco y pesado
sigue tu camino;
llevar plata en la bolsa,
paso suavemente,
porque quien vive en este arbusto
Es la fresa gigante.
flaco y pesado,
cada uno se queda en silencio.
Si el gigante se despierta, entonces...
tomar ambos y todo.
Ronca y hasta tiembla.
– ¡Pasa ya, de puntillas!
flaco y pesado,
tu golpe tomando,
casi sin pisar el suelo,
correr disparando.
Ya puedes escuchar el Scatter
bostezando allí en el monte.
flaco y pesado,
en la montaña entrando,
sube pronto entonces,
tu toma de nalgadas.
Y el gigante, murmurando,
pues los dos salen a buscar.
Raspar y rasgar el bruto
árbol alto y bajo,
y mecer tanto las montañas
que una ladera se agrieta.
¿Quieres atrapar? ¡Qué alboroto! –
Flaco y pesado.
tu cabello despeinado
en una hendidura se atasca,
y el tonto tropieza
con la nariz en el suelo.
¿Qué diablos son ellos?
¡Flaco y pesado!
Murmurando en los llamados,
va el Scatter.
Cojea y se frota la nariz,
de vuelta al arbusto.
Sano y salvo con el surrão,
¡Flaco y pesado!
*Versión de teatro en este enlace: https://www.institutoruthsalles.com.br/magrelinho-e-pesadao/
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