obra de Ruth Salles
Pieza adaptada del escocés Pelham Moffat. El autor explica que los egipcios creían que, después de la muerte, el alma era juzgada por los dioses en la Sala del Juicio: en una de las balanzas se colocaba su corazón y, en la otra, la Pluma de la Verdad. Si los pesos fueran iguales, el alma podría ascender a los Campos de Paz. En la obra, un hombre digno es atrapado por un hermano malvado. Injustamente condenado a muerte, luego es juzgado por los dioses. Esta última escena está tomada del Libro egipcio de los muertos y contrasta notablemente con la trágica historia que la precede.
CARACTERES:
Ani, el escriba del Faraón / Hotep, su hermano / el Faraón / Ministro / Ahuri, la vieja nodriza de Ani / Sirviente / Sirviente-puerta / gente de la corte / agitadores / escribas / guardias / dioses (Osiris, Horus, Anubis, Thoth, Isis, Nephthys, otros dioses si quieres)
Escena 1
La habitación de Annie. (Ahuri, la anciana nodriza, teje; la sirvienta limpia la habitación.)
SERVIDOR:
- ¡Ahuri, vámonos! Cuenta la vieja historia
sobre los extraños mundos subterráneos.
AHURI:
– …Y cuando el sol, que es el barco del dios Ra,
buceará en el lado oeste,
las almas de los que mueren se embarcan en él.
Y ve a Amenti, reino sagrado.
Y es allí donde estas almas son juzgadas.
SERVIDOR:
-¿Y después? ¿Y después?
AHURI:
– En el Gran Salón
el dios Osiris hace el juicio.
El dios Anubis pesa el corazón
en una cacerola de escala; en el otro plato
se coloca la Pluma de la Verdad.
Si la balanza se equilibra,
el alma va a la eternidad,
a los Campos de Paz, de claridad.
CRIADO DE PORTERO (llama):
– ¡Ahuri! Ahuri! ¡Ama a mi señor!
Ha llegado un extraño y quiere hablar contigo.
HOTEP (entrando):
- Señora, ¿esta es la casa de Ani?
¿Quién fue escriba con Faraón?
AHURI:
“Todavía es un escriba, y yo soy su amante.
HOTEL:
– Y yo, señora, soy el hermano de Ani.
Me dieron por muerto hace mucho tiempo.
Déjame revelarte mi historia.
AHURI:
— Bueno, hable, mi señor.
HOTEL:
- En aquél tiempo,
Ani y yo fuimos los responsables
por la llave de la cámara secreta
del tesoro de nuestro Faraón.
Pero mi hermano un día se enteró
que la urna de oro había desaparecido
lleno de gemas raras.
AHURI:
- ¿Fue robada?
HOTEL:
– No había señales de ladrones.
"¡No le digas nada a Faraón!" - yo dije.
Pero mi honesto hermano le dijo,
y pensó que uno de nosotros era el ladrón.
Y dije: "Si merezco esta acusación,
que caiga una piedra sobre mi cabeza”.
Al mismo tiempo, se suelta un guijarro.
de algún lado y ven a pegarme.
Y la voz de Faraón se levanta y dice:
"¡Se Hotep prohibido en el país!"
Me fui… Y aquí estoy de nuevo.
PORTMAN:
- ¡Annie ha llegado!
ANA (enojada):
– ¡¡Hotep!!… ¡Estás aquí!
HOTEL:
- ¡Hermano! ¿Ni siquiera me recibes como amigo?
Y YO:
- Por cierto te has llevado tu suerte,
un paso más es un paso hacia la muerte.
Tuyo y mio.
HOTEL:
- Miedo a nada. le dirás al faraón
que después de todo tu hermano era inocente,
y que fue castigado injustamente.
Y entonces, bien lo sabes – no lo niegues –
que con el soborno se puede lograr cualquier cosa.
Y YO:
- Necesito sobornar a alguien, así que
decirle al rey que yo era el ladrón?
Porque esta es la raíz de tus intenciones.
HOTEL:
- ¡De algún modo! Pero tú eres el que dijo
el robo de Faraón. tu me causaste
toda la tristeza de mi suerte.
Y YO:
- ¡Yo no! Pero lo pensaré, luego lo resolveremos.
HOTEP (a sí mismo):
– ¡Creo que ya está todo arreglado!
escena 2
La habitación de Ani, tres días después (La escena está vacía. Sobre una mesa pequeña hay una caja dorada. Entra el sirviente.)
CRIADO (viendo la caja y asomándose):
- ¡Qué hermosa caja! Y es dorado...
Quizá pertenezca a mi señor. (abre)
¡Hay tantas gemas! ¡¡Vaya!! ¡Qué horror!
(cierra; corre y se esconde en un rincón)
HOTEP (entrando con Ani y tomando la caja):
– Le das la caja al Faraón.
Tal vez no sea propio de mí entregarlo.
Se vería como pago. (abandonar)
CRIADO (llamando):
– ¡Ahuri! Ahuri! Que vergüenza… ¡No! (sale de)
escena 3
Corte del Faraón (El Faraón en el trono. La corte, abanicos, escribas y guardias. Entra el Ministro.)
MINISTRO:
– Mi señor y mi rey, grave noticia
acaba de llegar a mis oídos:
las fronteras están siendo invadidas
por un pueblo del sur. y tu vida
¡Estás en peligro aquí, en tu propia corte!
GUARDIAS (armas armadas):
- ¡¡¡Oh oh oh oh!!!
ESCRIBE:
- ¡Es imposible!
CORTESANO:
- ¡¿Traición en la corte?!
CORTESANA:
– ¡¡¿Faraón mismo amenazado?!!
FARAÓN:
– ¡Señores, tranquilos! Primero terminemos las audiencias. ¿Quién espera?
MINISTRO:
– Solo Ani y su hermano Hotep.
FARAÓN:
- Envíalos adentro.
(El ministro saluda a un guardia que presenta a Ani y Hotep. Los dos se inclinan).
FARAÓN:
“Estás aquí, Hotep, para pedir perdón, la palabra más valiosa para cualquiera que comete un error. Concedo el perdón (registros del escribano).
HOTEL:
- Gracias Señor. (Él hace una reverencia, luego se va lentamente, deslizándose.)
Y YO:
– Señor, acepte ahora este regalo, este cofre de joyas, semejante a aquella urna que le fue arrebatada.
(Ani le entrega el cofre al Ministro, quien está a punto de dárselo al Faraón).
AHURI (entra corriendo y grita):
- ¡Faraón! ¡Faraón, no toques esto!
¡Esa bóveda contiene muerte!
Juro que mi señor Ani no es culpable.
(El Ministro abre la caja fuerte entreabierta, la cierra rápidamente y la pone sobre la mesa.)
MINISTRO:
– ¡¡Una serpiente mezclada con perlas!!
Fue esto, Faraón, que los informantes
había declarado con razón:
que tu vida estaba amenazada!
(Los guardias sujetan a Ani, uno a cada lado.)
CORTESANO:
- ¡Hotep se escapó!
MINISTRO:
- ¡Guardias! ¡Ve a buscarlo! (al Faraón): – Y para este hombre, Faraón, ¿cuáles son las órdenes?
FARAÓN (levantándose y dirigiéndose a Ani):
- Tú, mi viejo amigo,
que me puedes decir para defenderte
ante tan dura acusación?
Y YO:
– Protesto, señor, mi inocencia.
No sabía que en la caja fuerte había
la serpiente mortal. Aquí está la verdad.
FARAÓN:
- Ani, dices que no sabes esto,
de una traición dentro de Egipto mismo?!
Porque digo que Hotep, tu hermano,
vino del sur a matarme y eso lo sabes.
Morirás. Solo puedo condenarte.
Es la ley. Cuando el sol se ha ido,
el gran dios Osiris te juzgará.
(Ani es conducida por los guardias. La corte se retira tras Faraón.)
escena 4
Salón del Juicio (Osiris está en su trono. Detrás de él, Isis y Nephthys. Adelante, Horus, Anubis, Thoth. Ani entra como invisible. Se detiene en el umbral y habla al frente).
Y YO:
– ¡Honrado sea Ra, que brilla en tal gloria!
EIIS:
– ¿De quién es la voz que honra al sol?
DIOSES (a coro):
– En Amenti solo reinamos
y juzgamos a los muertos.
Ra no puede nada aquí. Oh alma,
¡Entra y serás juzgado!
(Ani los ve y se adentra un poco más.)
TONTO:
- ¡Mirar! Este es Ani, el fiel escriba del faraón.
NEFTHYS:
– ¡Que nos responda entonces!
DIOSES (a coro):
– ¡Que sea juzgado!
Y YO:
– ¡Os alabo, oh grandes dioses!
sois señores de la verdad
y la Ley. ¡Juzgarme!
Ningún hombre al que maté,
no he cometido ningún robo;
No fui falso, no mentí
y nunca odié a nadie.
DIOSES (a coro, a Anubis):
– Anubis, trae tu corazón
para ser pesado!
Ponlo en el otro platillo de la balanza.
la Pluma de la Verdad! (Anubis obedece.)
ANI (arrodillado):
– ¡Oh corazón, corazón!
¡Oh fuente de mi vida!
que me puedes llevar
a los claros Campos de Paz!
ANUBIS:
- Este corazón estaba pesado
con toda exactitud;
y el peso pluma, igualado
por tu justicia.
DIOSES:
– Ven, Ani, alma conquistadora,
porque ahora mismo te vas
habitad los Campos de Paz!
HORUS (toma a Ani de la mano y lo lleva a Osiris):
– Osiris, te doy un espíritu sereno.
Pesamos mucho tu corazón.
Concédele la paz divina.
Y YO:
– ¡Mírame, oh dios de los dioses!
¡Hazme tu hijo amado para siempre!
(Osiris lo bendice con las manos. Ani camina hacia adelante.)
Y YO:
– Ahora siempre habitaré en los cielos.
El juicio del hombre está nublado.
¡Solo Ra es la luz!
***