1 de agosto de 2020

Teatro para niños de 8 años – orientaciones pedagógicas

 

Impressão ou PDF

 

el niño de 8 años

Por Cristina Maria Brigagão Abalos, Dora Regina Zorzetto Garcia y Vilma Lúcia Furtado Paschoa.

La pérdida de las características de la primera infancia no es repentina. Al observar a un niño de 8 años, se pueden notar algunos cambios: se vuelve más delgado y se mueve con mayor flexibilidad. Las transformaciones se dan de manera paulatina durante los primeros tres años escolares de la Enseñanza Primaria. Estos forman un período que, desde un punto de vista psicológico, puede considerarse una unidad.

Corresponde al educador desarrollar lo adquirido hasta esta etapa, introduciendo en el sujeto de enseñanza, de forma artística y creativa, grandes y pequeñas verdades de la vida, a través de narraciones. A través del programa de enseñanza, debe satisfacer y orientar las necesidades intelectuales de los alumnos y, al mismo tiempo, despertar y desarrollar las fuerzas de la fantasía creadora, relacionadas con el sentimiento y la voluntad.

El niño madura para tomar conciencia del paso del tiempo: hora, día, semana, mes y año. Esta materia es un tema para trabajar la escritura y la lectura, y los niños pueden hacer relojes y calendarios. El estudio del tiempo, de los ciclos de la naturaleza, es algo que aporta cierta seguridad al niño, pues percibe que los fenómenos se repiten siempre, en una organización armoniosa. Con mucho color y poesía, la mirada del niño se guía por las transformaciones de la naturaleza, incluyendo la actividad humana cada hora del día. He aquí una ayuda preciosa para esta entrada en el mundo que está haciendo el niño.

Otros grandes temas del 2° año de escolaridad, que responden a las polaridades antes mencionadas, son las fábulas y leyendas.

Las fábulas caracterizan en broma cierta unilateralidad y debilidades del hombre. Por ejemplo: “La liebre y la tortuga” de Esopo.

Las leyendas ya muestran al hombre en busca de la perfección. Son ejemplos de personas que han triunfado sobre el lado animal de la naturaleza humana y que luego son recompensados con bendiciones divinas. Pueden ser historias o episodios de la vida de los santos, que deben contarse sin ningún carácter religioso o moralizante. Los grandes ideales son fácilmente compartidos por los niños de esta edad y se comienza a cultivar la responsabilidad social.

 

EL TEATRO PARA NIÑOS DE 8 AÑOS

La elección del juego puede recaer en fábulas y leyendas, que constituyen una polaridad que responde a un momento especial en el desarrollo del niño y sus necesidades específicas. Es en este contexto que la práctica del teatro surge como una ayuda importante en la profundización de estos contenidos y experiencias. También se pueden dramatizar otros temas del año, como el estudio del tiempo o el ciclo del agua.

EJEMPLO PRÁCTICO

Ejemplificaremos la obra a través de un pasaje de la vida de San Francisco de Asís, un relato muy conocido, transformado en texto para teatro con el nombre “São Francisco e o Lobo de Gubbio”.

Antes de contarlo a los niños, se coloca la figura de este santo y se caracteriza al lobo, que seguramente aparecía en otras fábulas contadas anteriormente. Lo importante, en el ámbito del teatro, no es la descripción física y mucho menos los detalles científicos, sino las características del animal: su comportamiento, hábitos, gestos, el medio en el que vive y se esconde, su convivencia con otros animales, etc Una descripción colorida y bastante adjetiva, que puede introducir un poco de poesía sobre el animal, que irá acompañada de gestos característicos, que integrarán la parte rítmica de la clase.

Con los niños ya familiarizados con el lobo, se cuenta la historia.

Al día siguiente, se les pide a los estudiantes que lo vuelvan a contar con sus propias palabras. Luego pueden dibujar libremente, o inspirándose en un hermoso dibujo que el maestro hizo en la pizarra. No es tanto la estética de las formas lo que importa aquí, sino, mucho más, la atmósfera emocional caracterizada a través de los colores; ayudará a despertar en el estudiante la atmósfera de la historia. Por ejemplo, la suave silueta de San Francisco podría colocarse sobre un fondo azul y amarillo armonioso, mientras que la silueta temblorosa del lobo estaría en un entorno rojo, con algunos toques de púrpura.

Sólo después de toda esta experiencia comienza la dramatización propiamente dicha, utilizando un texto, preferentemente rimado, rítmico y sencillo, como el que se encuentra en este libro.

El proceso de edición sigue siendo el mismo que en 1º: en la parte rítmica de la clase, todos los niños memorizan el texto completo, siempre acompañado de gestos dirigidos por el profesor o, posteriormente, por los niños; todos pasan por la experiencia de ser a veces San Francisco, a veces el lobo, en grupos, hasta el montaje final, cuando puedes tener un coro como narrador, varios San Francisco, varios lobos, la muralla que rodea la ciudad también formada por niños , los aldeanos, ovejas, etc.

En el vestuario se puede caracterizar lo esencial de la leyenda, es decir, el hocico del lobo, la ropa sencilla de San Francisco (quizás arpillera o saco de harina), los niños del muro pueden sostener un gran paño gris, las orejitas de oveja unidas a tiaras, etc.

En los gestos se caracterizan los contrastes entre los movimientos agresivos del lobo y la postura serena de San Francisco.

En la escenografía, todavía predominantemente de tela, se explora el entorno a través de la calidad de los colores; las canciones ya pueden tener una mayor gama de sonidos y, en esta como en otras dramatizaciones, algunos niños más maduros ya pueden tener pequeños versos individuales, formados por frases cortas.

En todo este proceso, se debe cuidar que el lenguaje sea bien articulado, rico y expresivo, favoreciendo siempre la transición del lenguaje popular y coloquial al lenguaje culto. Los trabalenguas, los juegos de dicción y la aliteración son buenos recursos para mejorar la articulación de los sonidos, ayudando en el desarrollo del lenguaje oral y escrito.

Esta pieza, “São Francisco eo lobo de Gubbio”, es elegida por muchos docentes como conclusión del 2º año escolar, ya que presenta precisamente el encuentro de las dos polaridades mencionadas al inicio del planteamiento de este 2º año, una armonización , un equilibrio que se desea lo que ha pasado dentro de cada niño.

***

Compartilhe esse post:
Facebook
Whatsapp
gorjeo
Correo electrónico

Mais posts