obra de Ruth Salles
Esta obra está basada en un cuento popular alemán, traducido por la profesora Melanie Guerra.
CARACTERES:
Coro
Duque Hubertus de Normandía
Duquesa
Ángel
Sombra
las tres nornas
roberto
Colegas
Los maestros
Nobles (coro)
siete ermitaños
Gente que huye (coro)
santo ermitaño
Rey
Princesa
Cachorro
soldados
CORO (canta):
"Yo solía vivir
en normandia
Duque Hubertus, valiente y prudente,
con su amada esposa.
Le pidió a Dios un heredero,
todo el tiempo,
pero el niño no llegó,
y su mujer, triste, lloró.”
HUBERTUS (a la Duquesa):
- Debo ser el peor hombre que hay...
solo veo niños por todas partes,
y hasta el día de hoy no se nos ha enviado ningún hijo.
ANGEL (viendo avanzar a la Sombra Malvada):
– ¡Hubertus! ¡No pierda la esperanza!
¡Con desesperación, la sombra del mal avanza!
DUQUESA (tomando repentinamente una decisión):
- ¡Oh no! Si Dios no nos escucha,
le hago al diablo esta peticion
y aun entrego a mi hijo al mal.
(En este punto, ella se desmaya. Joyful Shadow Evolutions)
CORO:
– Ahora la duquesa está esperando un hijo.
Así pasó la primavera.
La naturaleza se llenó de flores,
excepto en el jardín de la duquesa.
Ni siquiera había frutos en él en otoño.
Ningún pájaro cantó,
y la fuente del castillo se secó.
SOMBRA (dando la vuelta a la Duquesa):
– Ha llegado el momento de que el niño nazca…
¡Entonces el cielo debe oscurecerse!
¡Trueno! ¡El cristal de la ventana tiembla en la oscuridad!
¡Se caen piedras desde lo alto del muro!
La madre se desmayó. ¡Fue casi la muerte para ti!
¡Pero el niño es nuestro y es fuerte!
CORO DE LAS 3 NORNAS TEJIENDO (una línea a la vez, mientras Roberto pasa corriendo junto a los otros niños):
1º:
– La naturaleza se ha calmado
desde que nació roberto,
pero estoy tejiendo
un destino incierto...
2do:
– Es diabólico, malo, inteligente.
Sólo quiero golpear, tocar, romper.
3º:
– Dondequiera que va, se lleva el mal…
Que raro…
A tu lado hay
una luz y una oscuridad. (El ángel y la sombra)
(Roberto, ahora niño, hace tropezar a sus compañeros, maltrata a los pájaros, pega a todos. La sombra hace piruetas y se divierte. El ángel se hace a un lado.)
ROBERTO (echando fuera a los maestros y tirando los libros):
– ¡Tu conocimiento me hace reír!
¡Solo quiero divertirme!
nadie es mi amo,
nadie puede conmigo.
Para bien o para mal,
todo lo que quiero contigo!
CORO DE LAS 3 NORNAS (tejiendo):
1º:
– Hiere, mata, es brutal.
2do:
– Cuantas cosas malas han pasado.
3º:
– Tejiendo, tejiendo tan triste trama,
¿Cómo será este tejido nuestro?
DUQUESA (en conversación con el Duque Hubertus):
– Nuestro hijo ya es grande y fuerte.
Quién sabe, cambiaremos tu suerte
si es caballero?
HUBERTUS:
- Usted tiene razón. ¡Llama a Roberto!
(La Duquesa se va y regresa con su hijo. Los caballeros se reúnen. Podrían ser el coro.)
HUBERTUS (a su hijo):
– Roberto, serás nombrado caballero
y sera parte de un grupo
de nobles compañeros.
Aprenderás las virtudes de la caballería
y se dará a sí mismo y a nosotros mucha alegría.
ROBERTO:
- Como quieras, padre mío, no me importa.
No cambiaré, ni seré un buen chico. (Se va pisando fuerte.)
LAS NORNAS (tejiendo rápidamente):
1º:
– ¡Ay, qué terrible caballero es Roberto!
En un torneo entre amigos,
¡Ay de cualquiera que se acerque!
2do:
- Cortarse el brazo,
rompió el brazo de dos
y mató a tres caballeros después.
3º:
“Ahora te has unido a una banda de ladrones,
y comete robos en todas las regiones.
HUBERTUS (en un rincón, de rodillas, orando):
– Oh mi Dios, rogué por un hijo,
y ahora es mi martirio.
No soporto tanto dolor en mi corazón,
Ni siquiera sé cómo salvar a mi hijo.
de la perdición total! (mira a la Duquesa, recostada a su lado)
la duquesa se enfermó
y se siente culpable por lo sucedido.
LAS NORNAS (siempre tejiendo):
1º:
– El Duque escuchó un consejo,
porque desterró a Roberto de su reino.
Por el mismo Papa fue excomulgado.
Declaró la guerra a su padre y su ducado.
2do:
– Alta fortaleza que construyó,
en un lugar que nadie ha descubierto.
3º:
– Mira, vienen siete ermitaños.
¡Y Roberto ya se acerca!…
ROBERTO (con aire burlón):
– Detente ahí, santos hombres,
¡Les hago un favor!
¡Les doy la corona del martirio!
LOS ERMITAÑOS (de rodillas, extienden los brazos en cruz):
1 – Señor, te damos gracias por la muerte venidera.
2 – En lugar de ser un mal, será un bien.
3 – Morir a la Tierra…
4 – … viviremos en el cielo.
5- Muchas gracias por el golpe fatal.
6 – Para nosotros es un bien, no un mal.
7 – Con esto, el Señor nos conduce a Cristo.
LAS NORNAS (tejiendo lentamente, a medida que avanza la escena):
1º:
– Roberto mató uno por uno, sin compasión.
2do:
– Sí, pero te conmovieron el corazón.
3º:
– Vio en los siete una fuerza desconocida,
y comenzó a pensar en su propia vida.
GENTE (huye aterrorizada y grita al ver a Roberto):
- ¡Correr! ¡Corran todos!
– ¡Roberto, el diablo, que viene!
ROBERTO (solo y mareado, mientras la Sombra se desmaya y el Ángel avanza):
- siento que estoy despertando
de una pesadilla interminable...
¿Por qué todos están gritando?
y huir de mi?
Se siente como si el diablo me empujara
y que solo el mal me dio placer.
¿Porque sera?
Le preguntaré a mi madre.
Tal vez ella sabe la respuesta.
CORO (mientras transcurre la escena):
– Roberto le rogó a su madre una explicación.
Y la madre, llorando, abriendo su corazón,
contó la petición hecha al diablo,
y cómo su hijo nació diablo.
CORO DE NORNAS (siempre tejiendo; la Sombra lucha contra el Ángel; las NORNAS hablan a medida que avanza la escena):
1º:
– Mira… Roberto se enfrenta a la fuerza del mal.
2do:
“Él decidió ser un hombre después de todo.
3º:
- Tiró la espada
y se cubrió con un manto.
1º:
“Se fue en busca de un santo ermitaño.
2do:
- Sólo él puede darte penitencia.
y el perdón de los pecados de su existencia.
3º: – El ermitaño escuchó la terrible confesión,
y los dos pasaron la noche en oración.
ANGEL (habiendo conquistado la Sombra, se dirige al ermitaño):
– Hombre de Dios, escucha lo que te digo:
este pecador está arrepentido.
Pero tendrás que vivir algún tiempo.
tonto y tonto,
y comer las sobras de lo que dan de comer a los perros.
ERMITAÑO (despertándose, se vuelve hacia Roberto):
- Roberto, no te asustes.
con lo que diré:
Como un tonto tonto vivirás,
comida para perros que comerás,
y soportará cualquier humillación,
para fortalecer tu corazón,
hasta que Dios dé la santa advertencia
que tus pecados han sido perdonados.
ROBERTO (de rodillas):
– Te lo agradezco, buen hombre.
Y me voy en paz.
ERMITAÑO:
- ¡Vamos! ¡Ánimo, muchacho!
CORO CANTA (mientras aparece Roberto con el perro, royendo un hueso):
“Durante siete años, Robert,
vivía en la corte del rey,
con tu perro favorito.
Con él dormí,
como comio
y nada, nada, nada dicho.
Pero un ministro quería casarse
con la hermosa hija del rey,
eso también fue mudo.
Pero el rey no quería, no quería irse,
y el ministro reunió a sus amigos
y comenzaron a hacer la guerra.”
ÁNGEL (a Roberto):
-¡Roberto! ¡Dios te ordena que ayudes al rey!
¡Toma esta espada y esta capa blanca!
Te volverás invisible al campo de batalla,
y solo se verá cuando pelee.
NORNAS (tejiendo, mientras avanzan las escenas):
1º:
– ¡Allá va Roberto a pelear en la guerra!
2do:
- ¡Mirar! ¡La hija del rey lo vio todo desde la ventana!
Pero siendo mudo, no puede decir nada.
3º:
- ¡Mirar! Roberto resultó herido en la pierna.
La punta de lanza está clavada en él.
1º:
- Pero venció al enemigo,
que hasta el mar fue perseguido.
Y todos pensaron que un ángel los salvó.
2do:
- Mira, ya volvió Roberto,
tomó la punta de la lanza de su pierna
y lo guardó.
1º:
- Con sus harapos se cubrió,
y roe el hueso con el perro.
Pero la princesa vio todo.
y lo guardaste en tu corazón.
REY (a los soldados):
- ¡Amigos! Nuestro salvador no fue un ángel.
Porque él derramó sangre de una herida,
hecho por la lanza que está rota aquí.
Tal vez incluso esté enfermo.
Le daré a mi hija como regalo.
(La hija arrastra al padre hacia la perrera, muestra la punta de la lanza escondida y señala al tonto herido y desmayado. Asombro general. Llega el ermitaño.)
ERMITAÑO (con el Ángel bendiciendo a todos):
– Su Majestad, este es Roberto,
una vez temido y odiado.
por estar arrepentido
y hacer penitencia,
por Dios ya ha sido perdonado.
Él salvó tu reino.
Debe ser recompensado.
tu mudez fue sanada,
así como la princesa.
Que estos dos se casen
con el resplandor de la realeza!
Sean sus padres invitados:
¡El duque Hubertus y la duquesa!
(La obra termina con la procesión nupcial; puede ser con la música al principio).
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