La flauta magica

 

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ópera de WA Mozart

versión de la traducción del libreto al portugués: Ruth Salles

NOTAS sobre la ópera LA FLAUTA MÁGICA
en
Wolfgang Amadeus Mozart

(de la versión de 1983)

Mozart, genial compositor austríaco, nació en Salzburgo, el 27 de enero de 1756, y murió en Viena, el 5 de diciembre de 1791. Dotado de una gran precocidad musical, este maestro es autor de numerosas obras maestras, a pesar de haber muerto tan pronto. temprano, antes de cumplir los 36 años de edad.

Se dice que "La flauta mágica" fue la última obra de Mozart, compuesta el año de su muerte. Cuenta la historia de un príncipe, Tamino, que acompañado de Papageno, un cazador de pájaros, va en busca de su amada Pamina, hija de la Reina de la Noche y del sumo sacerdote Sarastro. Tras varias aventuras, Papageno conoce a una anciana que se transforma en la joven Papagena, mientras Tamino y Pamina se someten a pruebas de fuego y agua, protegidos por la flauta mágica, para purificarse y merecerse el uno al otro. Al final, la Reina de la Noche, sus damas y Monostatos son expulsados, mientras que Tamino y Pamina reciben las bendiciones de Sarastro y todos los sacerdotes del Círculo Solar de Isis y Osiris.

El libreto original en alemán de esta ópera de influencia masónica es de Emanuel Schikaneder. Para esta presentación de 8º grado del profesor Alpineu Brigagão, la traducción literal al portugués estuvo a cargo de la profesora de música Mechthild Vargas (La Meca), gracias a la cual pude reescribir la parte hablada y recomponer los versos de la parte cantada; también me ayudó a revisar todas las arias para que el texto encajara lo más posible con la música. Mi agradecimiento a ella.

ruth salles

 

Esta versión, realizada en 1983, aparece en la ópera completa. Sin embargo, también existe una nueva versión, realizada en 1999 a pedido de la maestra de clase María Cristina Ciocchi, donde se acortan las partes habladas y se hablan algunas partes cantadas, pero no en verso; la elección de las partes a cantar quedó a criterio de la profesora de música de la clase, Isabel Galán Matas Lüders.

 

CARACTERES:

 

Sarastro, sumo sacerdote de Isis y Osiris… (bajo) ?
Reina de la Noche… (soprano)
Pamina, tu hija..(soprano)
Tamino, príncipe oriental…(tenor)
Papageno, cazador de pájaros…(barítono)
Papagena (también la Vieja)…(soprano)
El predicador…. (corto ?)
Primer Sacerdote... (parte hablada)
Segundo Sacerdote… (tenor)
Tercer Sacerdote... (parte hablada)
Monostatos, moro al servicio de Sarastro…. (tenor)?
Primera Dama de la Reina... (soprano)
Segunda Dama de la Reina… (soprano)
Tercera dama de la reina... (mezzosoprano)
Primer Genio del Bosque... (soprano)
Segundo Genio del Bosque... (mezzosoprano)
Tercer Genio del Bosque… (contralto)
First Armored Man… (tenor o barítono)
Segundo Hombre Blindado… (¿bajo?)
Tres esclavos... (parte hablada)
Sacerdotes, Esclavos, Séquito… (Parte hablada)

(Las voces para acompañamiento o apoyo de cualquier canto individual quedan a discreción del profesor de música).

 

SINOPSIS SIGUIENDO LOS ESCENARIOS

PRIMER ACTO

región rocosa – El joven príncipe Tamino es perseguido por una serpiente. Se desmaya y las tres Damas de la Reina de la Noche matan al monstruo y se van. Al recobrar el sentido, Tamino ve llegar a Papageno, un simple cazador de pájaros vestido con plumas de pájaro, que afirma haber matado a la serpiente. Al escuchar esto, las tres Damas reaparecen y cierran la boca con un candado. A continuación, a Tamino se le muestra el retrato de Pamina, hija de la Reina de la Noche. Tamino se enamora. La Reina aparece como por arte de magia y le dice que su hija ha sido secuestrada por Sarastro, un espíritu maligno, e insta al príncipe a ir a salvarla. Las tres damas le dan a Tamino una flauta mágica que lo protegerá y le dan a Papageno campanas mágicas. Tres genios del bosque deben guiarlos.

Suntuosa Sala Egipcia, en el palacio de Sarastro, sumo sacerdote de Isis y Osiris - Allí está Pamina, custodiada por Monostatos y otros esclavos. Monostatos se sobresalta por la entrada de Papageno y sale corriendo. Papageno logra advertir a la joven de la llegada de Tamino.

Arboleda sagrada, donde están el templo de la Sabiduría y otros dos templos, que son el de la Razón y el de la Naturaleza – Tamino busca a Pamina. Desde el Templo de la Sabiduría, aparece un sacerdote que le habla de la bondad de Sarastro, quien Tamino pensó que era un mal hombre. Tamino escucha la flauta de pan de Papageno y corre en su busca. Papageno, por su parte, viene trayendo a Pamina, pero Monostatos las agarra. Papageno y Pamina se liberan haciendo sonar las campanas mágicas. Sarastro llega con su séquito. Explica por qué mantiene a Pamina en su palacio: para protegerla de la influencia maligna de la Reina de la Noche.

 

SEGUNDO ACTO

Palmeral y pirámides – Sarastro y sus sacerdotes iniciados deciden someter a Tamino y Papageno a las pruebas de purificación en el templo de Isis y Osiris. Pamina será el premio final para Tamino. Este y Papageno deben guardar silencio. Si gana Papageno, también recibirá un acompañante.

Jardines del Palacio de Sarastro – Monostatos observa a Pamina dormida, pero aparece la Reina de la Noche y él se esconde. La Reina incita a su hija a matar a Sarastro, le entrega un puñal y luego desaparece. Monostatos, habiendo escuchado la conversación, le quita la daga a Pamina y la amenaza si rechaza su amor. Aparece Sarastro, le quita el puñal a Monostatos y lo destierra. Le explica a Pamina que en sus dominios se desconoce la venganza, ya que la joven teme que Sarastro se vengue de su madre.

amplio vestíbulo – Tamino y Papageno son puestos a prueba por el silencio. Una anciana llega para tratar de hablar con Papageno, quien no puede contenerse y habla con ella. Tamino enfrenta valientemente la tentación de hablar con Pamina. Los Genios aparecen antes de que aparezca Pamina y los alientan y alimentan, devolviéndoles la flauta y las campanas.

Recinto abovedado de las pirámides – Sarastro y los sacerdotes convocan a Isis y Osiris. Tamino pasará por otras pruebas. Pamina llega a darle el último adiós. Se van y aparece Papageno, que no ha pasado la prueba del silencio. Todo lo que quiere es comida, bebida y un mate. La anciana reaparece y lo convence para que le prometa amor. En esto, se transforma en la joven Papagena. Sin embargo, aparece un sacerdote para decir que aún no es hora de que Papageno se lo gane.

Pequeño jardín cerca del templo. – Pamina intenta suicidarse con el puñal que le regaló su madre, pero aparecen los tres Genios para disuadirla.

Cascada montaña y montaña donde sale fuego – Dos hombres acorazados lideran a Tamino, que se enfrentará a las grandes pruebas de fuego y agua. Aparece Pamina y se le permite compartir la evidencia. La flauta los protege y, cuando terminan las pruebas, el coro los saluda.

Pequeño jardín cerca del templo. – Papageno, separado de Papagena, pretende suicidarse, pero aparecen los tres Genios y le sugieren que haga sonar las campanas mágicas. Papagena entonces aparece ante él.

La Reina de la Noche, sus Damas y Monostatos intentan invadir el templo, pero son rechazados por un terrible trueno. Sale el sol. Coro final de alabanza a los vencedores ya Isis y Osiris.

 

APERTURA - ORQUESTA

PRIMER ACTO

La escena se desarrolla en una región rocosa; aquí y allá, algunos árboles; a ambos lados, colinas suaves; también hay un templo de forma circular.

 

ESCENA 1

Tamino; las tres Damas de la Reina de la Noche.
Tamino, vestido con el traje de cazador japonés más rico, aparece detrás de una roca, sosteniendo un arco pero sin flechas. Una gran serpiente lo persigue. Luego entran las tres Damas de la Reina de la Noche.

(Parte cantada – Allegro):

TALLA:
"¡Alivio! ¡Alivio! ¡Nadie viene a salvarme! (Bis)
Morir bajo los dientes fatales de la serpiente... ¡Oh cielos, piedad!
Se acerca más… (bis)
¡Ya es tarde! ¿Nadie, nadie me librará?
¡Pido salvación! ¡Oh dioses, dadme protección!”

(Se desmaya. Pero el portal del templo ya se había abierto, y tres Damas Veladas salieron, cada una con una lanza de plata.)

TRES SEÑORAS:
“¡Nuestro poder te librará! (Cortaron la serpiente en 3 pedazos).
Murió... Murió... Y este joven revivió.
Solo estas manos, (bis)
valiente, le dieron protección. (Bis)
DAMA 1 (contemplando a Tamino): ¡Qué joven tan apuesto es!
SEÑORA 2: Tan hermosa que nunca la había visto...
SEÑORA 3: Encantadora y tan amable…
TRES SEÑORAS:
¿Podría amar a alguien,
sería este o ninguno. (Bis)
Lo que pasó aquí pronto se lo contaremos a la Reina.
SEÑORA 1: ¡Rápido ve allí! Me quedare aqui.
SEÑORA 2: ¡No, no! ¡Pues vete! debo mirar
SEÑORA 3: ¡No, no! ¡Déjame en paz! Yo cuidaré de él.
SEÑORA 1: Me quedaré aquí.
SEÑORA 2: Debo vigilar.
DAMA 3: Yo me ocuparé de él.
SEÑORA 1: ¡Yo me quedo!
DAMA 2: ¡Me lo guardo!
DAMA 3: ¡Yo me encargo!
DAMAS 1 y 2: ¡Yo! ¡YO!
SEÑORA 3: ¡Yo!
(cada uno por su cuenta):
SEÑORA 2: ¿Me voy?
SEÑORA 3: ¿Me voy?
SEÑORA 1: ¿Me voy? (Bis)
DAMA 3: ¡Ay no!
DAMA 2: ¡Ay no!
DAMA 1: ¡Ay no!
TRES LAMEN: ¡Ay no! ¡Yo no! ¡Yo no! ¡Yo no! ¡Yo no!
Todos querían quedarse, aquí para quedarse. No lo harán, no lo harán, no lo harán, no lo harán, pero juntos se irán, (bis)
pero juntos se irán. (Bis)
TRES SEÑORAS:
daría todo lo que tengo
estar con el!
¡Él sería mío, sólo mío!
SEÑORA 1: ¡Sería mía! (Bis)
SEÑORAS 2 y 3: ¡Sería mía, sólo mía!
TRES LAMEN: Pero nadie va, nadie quiere ir...
DAMAS 1 y 2: Realmente debo irme.
DAMA 3: Realmente debo irme. (Bis)
TRES SEÑORAS: Lo haré (bis).
Adiós, oh tan amable juventud,
¡Oh hermoso joven tan amable!
¡Tengo que verte!
¡Tengo que verte! (Bis)
¡Adiós, oh tan amable juventud!,
¡Oh hermoso joven tan amable!
Te volveré a ver, (3 veces)
¡para revisar!
SEÑORAS 1 y 2: ¡Te volveré a ver, te volveré a ver!
TRES LAMEN: ¡Te veré de nuevo! (6 veces)"

(Los tres atraviesan el portal del templo, que se abre y se cierra solo. Tamino vuelve en sí y mira asustado a su alrededor, levantando un poco el cuerpo.)

(parte hablada)

(Tamino vuelve en sí y mira a su alrededor con miedo.)

TAMINO: – ¿Dónde estoy? ¿Estoy soñando? ¿O algún poder superior me salvó? (se levanta y mira a su alrededor) ¿Pero cómo? ¿Está muerta la serpiente malvada a mis pies? (Se escucha a lo lejos una flauta de pan, que la orquesta acompaña suavemente) Habla Pamino sobre el estribillo) ¿Qué estoy escuchando? ¿Donde estoy? ¿Qué lugar será este? Ah… (Una figura masculina se acerca al valle. Pamino se esconde detrás de un árbol.)

 

ESCENA 2

Tamino y Papageno. Durante la introducción de la orquesta, Papageno baja por un camino. Lleva una jaula grande con una variedad de pájaros en la espalda. Su ropa está forrada con plumas de arriba a abajo, y sostiene una flauta de pan con ambas manos.

(Parte cantada – Andante)

PAPÁGENO:
“¡Feliz vivo cazando los pájaros, tra-la-la!
Y donde quiera que vaya, porque todos saben quién soy.
Conozco mil maneras de llamar a los pájaros con la flauta... (toca la flauta)
Por eso puedo ser feliz, porque siempre tuve lo que quise. (obras de teatro)

¡Feliz vivo cazando los pájaros, tra-la-la!
Y donde quiera que vaya, porque todos saben quién soy.
En la nueva hamaca que haré, arrestaré a todas las jóvenes… (toca la flauta)
Tan feliz que estaré así, con todos ellos para mí. (obras de teatro)

Las mujeres jóvenes de todo el lugar, si son mías, cambiaré
por muchos dulces que daré a uno solo, que amaré.
Entonces mil besos de amor seguro me dará... (toca la flauta de pan)
Mis brazos acariciarán a la joven con la que me casaré.” (obras de teatro)

(Después del aria, Papageno entra al templo, pero Tamino lo toma de la mano).

(parte hablada)

TAMINO: - ¡Eh, tú ahí!
PAPAGENO: – ¿Alguien me llama?
TAMINO: Sí, ¿quién eres tú, hombre feliz?
PAPAGENO: (para sí): – ¿Quién soy yo? (a Tamino): – ¡Qué pregunta más tonta! (en voz alta): – ¡Un ser humano como tú! ¿Y si te pregunto quién eres?
TAMINO: - Te respondería que tengo sangre noble.
PAPAGENO: – Esto es muy complicado para mí. Para que te entienda, tienes que explicarte mejor.
TAMINO: Mi padre es un noble, señor de muchas tierras y de muchos hombres. Por eso me llaman príncipe.
PAPAGENO: – ¿Tierras?… ¿Hombres?… ¿Príncipe?… ¿Entonces más allá de estas montañas también hay tierras y hombres?
TAMINO: - ¡Por miles!
PAPAGENO: Eso me facilita el comercio con mis pájaros.
TAMINO: – Ahora, respóndeme: ¿en qué región estamos?
PAPAGENO (mirando alrededor): – ¿En qué región? Entre colinas y valles.
TAMINO: ¿Pero cómo se llama aquí esta región, y quién tiene dominio sobre ella?
PAPAGENO: ¡No puedo responder a eso, porque ni siquiera sé cómo vine al mundo!
TAMINO: – ¿Cómo? (riendo) ¿No sabes dónde naciste o quiénes fueron tus padres?
PAPAGENO: Nada, nada. Lo único que sé es que fui criado y nutrido por un hombre muy viejo pero muy feliz.
TAMINO: Probablemente fue tu padre.
PAPAGENO: Eso no lo sé.
TAMINO: ¿No conocías a tu madre?
PAPAGENO: – Yo no la conocía, pero me dijeron varias veces que servía a la Reina de la estrella flamígera, allí en aquella casa cerrada. Si aún vive o qué fue de ella, no lo sé. Todo lo que sé es que no lejos de aquí está mi choza, que me protege de la lluvia y el frío.
TAMINO: ¿Pero de qué vives?
PAPAGENO – Bueno, comida y bebida, como todo el mundo.
TAMINO: ¿Y cómo consigues la comida?
PAPAGENO: — Por medio de un trato. atrapo las más variadas aves para la Reina de la Estrella Flamígera y sus damas; a cambio, recibo comida y bebida todos los días.
TAMINO (para sí): – ¿Reina de la estrella flamígera? ¿Y si este fuera el poderoso gobernante de la noche? (en voz alta): – Mi buen amigo, respóndeme. ¿Alguna vez has tenido la suerte de ver a esta diosa de la noche?
PAPÁGENO: – ¿Ves? ¿Ves a la Reina de la Estrella Llameante? ¿Qué mortal con ojos humanos sería capaz de ver a través del tejido de hilos negros que forman su velo?
TAMINO (para sí): – Ahora está claro. Esta es la Reina de la Noche de la que mi padre me habló tantas veces. Pero no puedo entender cómo llegué aquí. Sin duda este hombre tampoco es un ser ordinario; tal vez sea un espíritu al servicio de la Reina.
PAPAGENO (a sí mismo): – Me mira tan fijamente… De hecho, me está asustando. (a Tamino): – ¿Por qué me miras con esa cara de desconfianza?
TAMINO: – Porque… no sé si realmente eres un ser humano. Por esas plumas que te cubren...
PAPAGENO: ¡No digas que me tomaste por un pájaro! ¡Atrás, vamos! ¡Y cuidado! ¡Tengo la fuerza de un gigante cuando agarro a alguien! (a sí mismo): – ¡Si no me tiene miedo, me escapo!
TAMINO: – ¿Fuerza gigante? (mira a la serpiente) ¿Así que fuiste mi salvador? ¿Fuiste tú quien luchó contra esta serpiente venenosa?
PAPAGENO: – ¿Serpiente? (mira a su alrededor y, tembloroso, retrocede unos pasos) ¿Está viva o muerta?
TAMINO: Por todo el mundo, amigo, ¿cómo luchaste contra ese monstruo? ¡Estás desarmado!
PAPAGENO: – ¡No necesito eso! ¡Un buen apretón de mi mano vale más que un arma!
TAMINO: ¿Quiere decir que la estranguló?
PAPAGENO: – ¡Me estrangulé! (a sí mismo): – Nunca en mi vida he sido tan fuerte como lo soy hoy…

 

ESCENA 3

Tamino, Papageno y las tres Damas.

LOS TRES LAMEN (llamándolo, uno tras otro):
– ¡Papágeno! – ¡Papágeno! – ¡Papágeno!
PAPÁGENO: ¡Ese soy yo! ¡Mira detrás de ti, amigo mío!
TAMINO: ¿Quiénes son estas señoras?
PAPÁGENO: – No sé. Lo único que sé es que todos los días compran mis pájaros y a cambio me traen vino, pan e higos dulces.
TAMINO: – Deben ser muy bonitos.
PAPAGENO (caçoista): – Si fueran, no se cubrirían la cara con un velo.
LOS TRES (amenazantes, uno tras otro): – ¡Papágeno!
– ¡Papágeno! – ¡Papágeno!
PAPAGENO (a Tamino, en voz baja): – ¡Cállate! Ya me están amenazando. (más fuerte): – ¡Me preguntas si son hermosas, y solo puedo responder que nunca he visto damas tan hermosas! (a Tamino, más bajo): – Pronto volverán a estar en buenos términos conmigo.
A LAS TRES (como antes): – ¡Papágeno! – ¡Papágeno! – ¡Papágeno!
PAPAGENO (a sí mismo): ¿Qué he hecho hoy para que se molesten tanto conmigo? (a las Damas): – ¡Aquí, mis bellezas, les traje mis pájaros!
DAMA 1 (le pasa una botella de agua): – Y, a cambio, nuestra Reina te envía hoy, por primera vez, agua cristalina, en lugar de vino.
DAMA 2 (le pasa una piedra): – Y ella me mandó traerte esta piedra en lugar de pan dulce.
PAPAGENO (lloriqueando): — ¡Qué! ¿Tendré que comer roca?
DAMA 3: Y, en vez de dulces higos, tengo el honor de cerrarte la boca con este candado de oro. (se pone el candado en la boca)

(Papageno expresa su dolor con muecas.)

DAMA 1: ¿Quieres saber por qué la Reina te castiga hoy tan prodigiosamente?

(Papageno asiente.)

SEÑORA 2: – Es para que, en el futuro, no prediques más mentiras a los extraños.
SEÑORA 3: Y para que nunca os jactéis de las hazañas de otros.
SEÑORA 1: – ¡Contesta! ¿Fuiste tú quien peleó con esta serpiente?

(Papageno niega con la cabeza)

SEÑORA 2: Entonces, ¿quién era?

(Papageno se encoge de hombros y hace gestos como si no supiera.)

DAMA 3 (a Tamino): – Oh joven, fuimos nosotras quienes te salvamos. Nuestra gran Reina os envía este cuadro, que es el retrato de su hija. Dijo que si esta imagen te cautiva, la felicidad, el honor y la gloria serán tu destino. ¡Hasta pronto! (sale de)
SEÑORAS 1 Y 2 (salen riendo): – ¡Adiós, señor Papageno!

(Papageno continúa con su mimo temeroso. Tamino mira el retrato y se enamora hasta el punto de que no le presta atención a Papageno.

 

ESCENA 4

Tamino y Papageno

(Parte cantada – Aria – Larguetto)

TALLA:
“¡Semblante puro, encantador!
¡Nunca había visto tal esplendor!
Siento, siento mi pecho
vibra… no sé que será (bis)
Lo que hace un sentimiento tan dulce
arde como fuego en mi pecho?
Tal sentimiento no será (bis)
¿amar? ¡Solo, sí, amor!
¡Oh, ojalá pudiera encontrarla!
¡Ahora, a tu lado, contémplala!
Al verla… quiero… ni siquiera sé… ¿Qué es lo que quiero?
Con tanto fervor mi pecho se siente
que quiere abrazarla con ternura.
Tu amor será eterno (tres veces),
tu eterno amor (bis).”

(Tamino camina con la intención de irse.)

ESCENA 5

Tamino, Papageno y las tres Damas.

(parte hablada)

DAMA 1: – ¡Ánimo y firmeza, muchacho guapo!
DAMA 2: – La Reina me encargó que le dijera que Pamina…
TAMINO: – ¿Pamina?
DAMA 3: Sí, así se llama la hija de la Reina, la princesa que tanto adoras.
DAMA 1: – Dijo que si eres tan valiente como cariñoso, seguro que Pamina se salvará.
TAMINO: – ¿Salva? Pero, ¿qué estoy escuchando? Entonces tu hija...
DAMA 2: – … fue arrebatada de los brazos de su madre por un poderoso y maligno demonio!
TAMINO: ¡Oh dioses! ¿Y cómo se llama?
SEÑORA 1, 2 y 3 (enfatizando la palabra bien): – ¡Sarrrrastro!
TAMINO: - ¡Ay Pamina! ¡Tú, robado de mí! ¿Tú, bajo el poder de un terrible malhechor? Dime, oh señoras, dime, ¿dónde vive este tirano?
SEÑORA 3: - En un valle muy cerca de nuestras montañas. Tu castillo es magnífico y está cuidadosamente guardado.
TAMINO: ¡Pues adelante, jóvenes! ¡Guíame! ¡Que Pamina se salve!

(Se escucha inmediatamente un fuerte acorde musical.)

TAMINO: Oh, dioses, ¿qué es esto?
TRES LAMEN: – ¡Calma!
DAMA 1: Esto anuncia la llegada de nuestra Reina.
(Se oye un trueno, que se puede hacer con un tambor.)
TRES LAMEN (uno a la vez): – ¡Vamos! (trueno) - ¡Vamos! (trueno) - ¡Vamos! (otro trueno)

 

ESCENA 6

Las tres damas, Tamino, Papageno y la Reina.
Las montañas se dividen y aparece la Reina, que se eleva desde un trono todo adornado con estrellas transparentes.

(Parte cantada – Aria – Allegro Maestoso)

REINA DE LA NOCHE:
“¡No tendrás miedo!
Eres inocente, sabio, bueno.
Así consolarás mi pena,
que ves en estos ojos llorosos míos.
(Largueto)
Tan grande es mi tormento,
mi hija se fue.
No tengo más contentamiento (bis).
Un malhechor, él fue quien se la llevó.
Sin embargo, vi su rostro pálido de miedo;
tan tímido, afligido, temblando de miedo.
Y veo su sufrimiento: '¡Corrí! Ayudé'
solo fue lo que lloro
Pero mi poder no fue suficiente para ti,
y en vano rogó,
y fue en vano, en vano rogó.
Sí, eres tú quien debe salvarla.
Sí, sí, serás su salvador.
¡Y si vuelves victorioso, mi hija te dará (bis)!”

(La Reina se va con las tres Damas. Con un trueno, la escena vuelve a ser como antes.)

 

ESCENA 7

Tamino y Papageno.

(Parte hablada.)

TAMINO (después de una pausa): – ¿Es realmente cierto lo que vi? ¡Oh bondadosos dioses, no me engañéis! ¡Fortalece mi brazo y mi coraje, y el corazón de Tamino latirá por ti en eterna gratitud!

(Tamino se va, pero Papageno se interpone en su camino.)

(Parte cantada – Quinteto – Allegro)

PAPAGENO (señalando con tristeza el candado en su boca):
“¡Hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm!
TAMINO: Este pobre castigado ya no puede ni hablar.
PAPAGENO: Hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm!
TAMINO: Mi poder no vale nada, solo puedo arrepentirme.
PAPAGENO: ¡Hm hm hm hm!
TAMINO: Mi poder…
PAPAGENO: ¡Hm hm hm hm!
TAMINO: ...es inútil,
PAPAGENO: ¡Hm hm hm hm!
TAMINO: Solo puedo arrepentirme,
(Tamino y Papageno cantan juntos):
PAPAGENO: Hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm,
hm hm hm hm, hm hm hm hm, hm hm hm hm!
TAMINO: Solo puedo arrepentirme. (Bis)"

 

ESCENA 8
Papageno, Tamino y las tres damas

(parte cantada)
SEÑORA 1 (a Papageno):
“En nombre de la Reina, vine aquí para perdonarte.
(se quita el candado de la boca)
PAPAGENO: ¡Ya parloteando Papageno! (giro)
SEÑORA 2: Mientras no mientas más.
PAPAGENO: ¡Nunca mentiré, nunca más!
TRES LAMEN: ¡Te acordarás del candado!
(entonces canten juntos):
PAPAGENO: ¡Nunca lo olvidaré, nunca lo olvidaré!
TRES LAMEN: No olvidarás el candado.
TRES DAMAS, TAMINO y PAPAGENO:
Quien quiere amor y compasión,
en vez de dolor y traición,
también tendrás que impedir que TRES DAMAS y TAMINO: el mentiroso mienta. PAPAGENO: mentir (bis)
REINA 1 (dándole a Tamino una flauta dorada):
¡Aquí hay un buen regalo!
Es de la Reina para ti.
Porque esta flauta te ayuda
en la mala suerte de la fortuna.
TRES SEÑORAS: Solo tócalo por un momento,
y cambiaras tus sentimientos:
los tristes felices serán;
el que no amó, amará.
TRES DAMAS, TAMINO y PAPAGENO:
Oh, una flauta tan buena valdrá más que el oro.
al sonar,
hará feliz a quien lo escuche (bis),
hará feliz, hará feliz a quien la escuche.
PAPAGENO: Y ahora, hermosas damas, ¿puedo despedirme?
TRES SEÑORAS:
Pronto, pronto te irás,
pero el joven seguirá
al castillo de Sarastro;
no te desvíes de este camino.
PAPAGENO: ¡Gracias, pero no lo haré!
he oído de ti
que Sarastro es fiero;
sanguinario podría
me desplumó y asó (bis)
y los perros me tiran!
TRES LAMEN: Pero tú seguirás al joven
y tu protección tendrás.
PAPAGENO: ¡Pero aprecio mi vida! Solo él debe irse.
Y al final, os digo, huirá.
REINA 1 (dándole un juego de cascabeles):
Aquí está esta joya para ti.
PAPAGENO: No sé… ¿Qué pasará aquí?
TRES LAMEN: Hay sonidos de campanitas.
PAPAGENO: ¿Y puedo tocarlos también?
TRES SEÑORAS: ¡Tú también puedes jugar!
TRES DAMAS, TAMINO y PAPAGENO:
Con las campanas, con la flauta,
protección que a ti (nosotros) nunca nos falta.
¡Lo haremos! ¡Vamos!
¡En servicio! ¡Hasta mas ver! (Bis)
(las Damas se van, pero son interrumpidas)
TAMINO: ¿Pero qué castillo será?
PAPAGENO: ¿Cómo encontrarlo?
TAMINO y PAPAGENO:
Debes decir qué hacer. (Bis)
(Andante)
TRES DAMAS: Tres jóvenes, bellas, puras, sabias,
guiará tus pasos.
lo que digan lo escucharas
y sus consejos seguirás.
TAMINO y PAPAGENO:
Tres hermosos, puros y sabios jóvenes,
guiará nuestros pasos.
TRES SEÑORAS: Lo que digan lo oiréis.
y sus consejos seguirás.
TAMINO y PAPAGENO:
Así lo hará el que quiera ganar.
¡Vamos, entonces! ¡Hasta mas ver!
LOS CINCO: Así será el que quiera ganar.
Entonces vamos. ¡Hasta mas ver!
LOS TRES: ¡Hasta luego! AMBOS: ¡Hasta luego! (Bis)"

(Damas por un lado, Tamino y Papageno por el otro.)

 

(continuará)

 

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