Pedagogía Waldorf – resumen

 

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Un resumen de las principales características.

La pedagogía Waldorf fue creada por el filósofo austríaco Rudolf Steiner, y la primera escuela en utilizarla se fundó en 1919 en Stuttgart, Alemania. Cada año se generaliza más, y ya está adoptado en unas 1100 escuelas y 2000 jardines de infancia en más de 80 países de los 5 continentes. Esto se debe a que cuenta con un currículo vivo, dinámico e integrado, así como su preocupación por el desarrollo global de los estudiantes, sus diferencias individuales y un énfasis en ayudarlos a descubrir sus capacidades y desarrollar su potencial. Este plan de estudios se desarrolla sobre una base antropológica/antroposófica, teniendo en cuenta la evolución física, emocional y espiritual del ser humano.

He aquí un resumen de las principales características de la Pedagogía Waldorf para jardín de infancia y primaria:

 

1. Jardín de infancia

La propuesta de la Pedagogía Waldorf para los primeros siete años es crear un ambiente propicio para la formación y no un preescolar con información o educación formal. El jardín de infancia Waldorf es una extensión del hogar y no un aula de preescolar. En edad preescolar, el desempeño del niño se desarrolla en gran medida en la forma simple de juego. Jugando, el niño tiene la oportunidad de saciar su curiosidad, experimentando y descubriendo múltiples materiales. La forma de jugar de un niño está influenciada por la imitación y la fantasía. Por eso, se da mucha importancia a los cuentos de hadas y otros recursos que estimulen su fantasía: trozos de madera, semillas, tela, papel, pinturas de acuarela, crayones, plastilina, conchas, piedras, tocones, etc. También es importante contar con un entorno arbolado, areneros, agua, balanzas, toboganes, puentes. Todo ambiente debe ser propicio para la convivencia y la fantasía. La euritmia y la música se introducen como actividades semanales.

2. Educación primaria – de 7 a 14 años

En estos segundos siete años de vida, el niño desarrolla su vida afectiva y su conexión con el mundo y con las personas. En su día a día necesita fundamentalmente ritmo y también necesita aprender los contenidos a través de una conexión con sus sentimientos. Lo que un niño no experimenta, con lo que no se involucra o no puede establecer una conexión afectiva, será algo meramente decorado o mecánico y tenderá a olvidarse con el tiempo. Por eso, el currículo desarrolla sus materias de manera que los estudiantes puedan integrar en su aprendizaje: el desarrollo del querer (actividades del hacer), del sentir (poesía, arte y música relacionados con temas que tocan al niño internamente y que están en según su edad) y el desarrollo del pensamiento. En este último, el objetivo es crear condiciones para que el niño aprenda a pensar y no simplemente memorice las respuestas correctas. Finalmente, las actividades prácticas, como tareas, viajes, llevarán a los estudiantes a la aplicación concreta del conocimiento.

3. El desempeño continuado del docente

Cada grupo de alumnos que ingresan al primer año tendrá un maestro de clase, quien acompañará a esta clase, siempre que sea posible, durante los 8 años de la Enseñanza Primaria. Además de impartir las materias básicas para las que es capaz, el profesor tiene, debido a la intensa interacción con los alumnos, la posibilidad de conocer en profundidad a cada niño y realizar un seguimiento más individualizado y centrado en el necesidades de cada uno de ellos. En la escuela Waldorf, el maestro de clase tiene la misión de ser el Educador de su clase, y el núcleo de su relación como educador es con los alumnos, no con los sujetos. También acompaña al grupo en los viajes, establece un vínculo con las familias de los niños y busca crear un grupo social integrado entre ellos y la escuela.

4. Enseñar en tiempos

La pedagogía Waldorf utiliza la enseñanza por temporadas para permitir que los estudiantes profundicen en los temas principales que se plantean. Así, por ejemplo, se da un periodo de Historia de 3 o 4 semanas, durante las cuales el alumno experimenta una integración de asignaturas en torno al tema abordado. Puedes seguir un período de Matemáticas o Portugués y así sucesivamente, los períodos se desarrollan a lo largo del año. La enseñanza por temporadas permite que los alumnos reciban los contenidos de forma que no estén fragmentados ni desconectados del todo, ni siquiera superficialmente. A través de este sistema, el niño puede efectivamente “zambullirse” en cada tema y experimentarlo profundamente.

5. La forma triple de una clase

Para profundizar en los contenidos básicos (matemáticas, portugués, historia, geografía, mineralogía, química, etc.) la clase inicial, impartida por el profesor de la clase, tiene una duración de dos horas, seguida de una composición que pretende trabajar armónicamente el desarrollo de la voluntad, el sentimiento y el pensamiento del niño. La clase comprende actividades que tienen como objetivo desarrollar habilidades: físicas/corporales, imaginativas, memoria, razonamiento lógico, reflexión, artísticas, dicción y otras.

6. La integración del arte en los contenidos curriculares

El elemento artístico no se utiliza como facultad en sí mismo, sino como vehículo didáctico para todas las materias. A partir de 1º de Waldorf, materias complementarias como Música Instrumental, Canto, Manualidades, Artes Aplicadas, Pintura, Dibujo, Diseño de Formas, Euritmia, Educación Física, Declamación, Dramatización y Teatro, acompañan el plan de estudios y se desarrollan de forma acorde a años. Estas materias representan no sólo un complemento curricular, sino que forman parte de un todo que proporcionará al niño un desarrollo sano y global. El contenido de cada tema sigue la línea principal. Esta “línea” teje el escenario en el que se producirá el florecimiento del niño y el desarrollo de las habilidades necesarias para su armonía. En este escenario, también podrá exteriorizar sus habilidades individuales.

7. Participación de los padres

Es muy importante para un niño tener relaciones con la familia, la escuela y los amigos. Por lo tanto, es fundamental integrar Familia y Escuela. Para ello se realizan encuentros en los que se habla y se aprende sobre el niño. Cada maestro de clase lleva a cabo reuniones de padres cada dos meses y dos reuniones de clase anuales, además de otros eventos escolares, actividades y conferencias. Estas actividades apuntan a los mismos ideales: hacer de la vida y la educación que el niño recibe la mejor base para su desarrollo armónico como ser humano. Toda Escuela Waldorf tiene como principio la participación activa de los padres en la vida escolar de sus hijos.

Créditos: este texto se basó en textos disponibles en el sitio web de la Escola Waldorf Micael de São Paulo.

 

 

 

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